36 cuerdas para mejorar tu escritura y llegar a la cima

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Ser escritor es un trabajo agotador y peor aún cuando se trata de corregir la obra propia.

Sinopsis


L os que me conocen saben que me agrada la analogía entre escritura y montañismo. Me gusta pensar, por ejemplo, que así como el alpinista va dando pasos que le acercan a la cima, así el escritor va trenzando palabras y, en el mejor de los casos, también hará cumbre.
Ser escritor es un trabajo agotador y peor aún cuando se trata de corregir la obra propia.
Por ello, e insistiendo con mi analogía, aquí te traigo treinta y seis «cuerdas» que te ayudarán en la corrección de tu relato, novela, cuento… y, en el proceso, mejorarán tu escritura.
Este librito pretende ser una guía rápida para todos aquellos escritores que todavía tienen dudas sobre el estilo, la gramática o el oficio de escritor en general.

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Extracto

Cuerda 1

Abandona tu obra.

En serio. Déjala por un tiempo. Aprovecha, descansa. Si tienes prisa, porque vas a presentar tu obra a un concurso, a una editorial o la vas a autopublicar, entonces adelante. Pero si puedes darte la oportunidad de distanciarte de tu escrito, la objetividad con la que te enfrentes luego a la corrección será mucho mayor.

Stephen King te recomendaría seis semanas. Yo no me atrevo a dar lapsos pero debería ser el tiempo necesario para que te hayas «olvidado» de tu novela.

Luego, tanto si has dejado reposar tu obra, como si no, deberás adoptar la siguiente actitud: habrás de ser «despiadado».

Como una semilla sabe que para convertirse en planta antes debe romperse, así has de «romper» tu obra para que florezca.

Lo sé, parece un consejo sencillo, tan simple que tira a lo absurdo. Pero en cuanto el ego está involucrado, las cosas empiezan a complicarse.

Para el joven escritor es fácil caer en la tentación de «respetar» su texto. «¡Cómo voy a modificarlo si me costó tanto escribirlo!». O en el peor de los casos: «He creado algo tan magnífico que no necesita corrección».

Habrá que aprender a practicar el desapego.

No dudo que el primer borrador pueda haber sido fruto de un gran esfuerzo, pero eso no significa que ya está listo para llegar a las manos de cientos de lectores. Se necesitará mucho trabajo… y fortaleza.

A medida que avances por las cuerdas de este libro, descubrirás que tu obra no era tan perfecta como imaginabas (o sí, depende). Y cada fallo que encuentres tiene el potencial de convertirse en un calvario y sumirte en la tristeza, el desgano e, incluso, la depresión.

El camino se vuelve áspero, falta el oxígeno y las fuerzas se agotan. Pero entonces aparece una cuerda y no solo te recuerda que estás en el buen camino, sino que puedes sujetarte a ella y seguir ascendiendo.

¡Sigue ascendiendo, pues!

Adrian Silisque
Adrian Silisque
Como al resto de los mortales, me encantan las buenas historias. Por eso me dedico a escribirlas.

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